- Dispensar el producto, dadas sus características físicas, de viscosidad, su manejo se hace un poco pastoso y molesto, nada que no se pueda remediar con los modernos dispensadores actuales, pongo dos ejemplos en dibujos anexos..
- Aprovechar la miel que sobra, cuando la miel en estos dispensadores tocan fondo, era realmente difícil, porque.... o al productor no le interesa para aumentar su consumo,o no había solución en el mercado, la idea va mas orientada a este problemilla.
- Recoger toda la miel sobrante una vez acabado la acción sin llenarse, era también un problema que soluciono con este dispensador.
La tapa estaría formada por dos conos de base muy extensa (en relación con la altura del cono), formaría un diávolo.
El propósito es volcar el bote a 180º y que la gravedad, (en conjunto con la forma cónica de la parte superior del diavolo), no dejen rastro de miel en el bote, con lo que conseguimos el consumo total del producto.
Después he pensado que podría añadir una entrada de cierre y apertura de un básico palo que simplemente desplazándolo a la derecha o a la izquierda, cierra o abre el agujero por donde discurre la miel.
El CONO de debajo, sirve de apoyo higiénico al agujero central del diavolo, consiste en dejar que el bote se vacíe, por ejemplo sobre un vaso o similar, de tal manera que el agujero nunca tocaría otro apoyo sino aire, pues lo que hace el cono es hacer de hueco divisor.
Saludos y os dejo, como siempre, un dibujos explicativos: